domingo, 19 de agosto de 2007

Etica de Amador


El verdadero buscador crece y aprende, y descubre que siempre es el principal responsable de lo que sucede.
JORGE BUCAY

Capitulo # 6 APARECE PEPITO GRILLO

Nos habla de la libertad que tenemos y la responsabilidad que debemos de asumir más que para otros es para nosotros mismos; esa responsabilidad que debemos asumir sin apoyarnos en otros y mucho menos copiarnos, sino aquella que se logra a través del coraje y el esfuerzo para lograr vivir la buena vida, ya que la decisión de vivir bien es tomada por nosotros mismo y por nadie mas. Ya que la responsabilidad no es solo asumir nuestros errores y remendarlos sino asumir de una manera conciente nuestra libertad; porque es esa libertad y la responsabilidad quienes nos construyen, nos definen, nos inventan y transforma poco a poco y día a día.

Capitulo # 7 PONTE EN SU LUGAR

Explica que debemos vivir humanamente, y con esto se refiere a que una vez que nos aceptamos a nosotros mismos tenemos el deber de aceptar a los demás y no solo aceptarlos sino también comprenderlos, ¿y como se logra eso? Tratando de ponernos en su lugar, tomando en cuenta sus derechos y sus razones de ser; es tomarle en cuenta y considerarlo tan real y tan humano como a uno mismo. Se trata de sentir empatia por el otro, reconocer que estamos hechos de la misma pasta, idea, pasiones y carne. Aunque no significa siempre darle la razón ni comportarse como si fuesen idénticos, es decir, hacer un esfuerzo de objetividad por ver las cosas como los demás la ven y dejarlo ser ellos y seguir siendo nosotros, todos por separados, sin dejar de apoyarnos.




Capitulo # 8 TANTO GUSTO

El autor nos dice que debemos vivir la buena vida, así como nos los ha repetido a los largo de nuestro análisis, pero vivir la vida como el factor de la ALEGRIA; alegría por la vida, por el amor, por los amigos, por nuestros prójimos y alegría de vivir por nosotros mismos, disfrutando del placer de la vida, asumiendo la responsabilidad de nuestros actos y de nuestra libertad sin dejarnos avasallar por los diferentes factores que nos impulsan al miedo de vivir. Viviendo la alegría poniéndole al servicio de las cosas buenas o las que consideramos buenas sin dañar a nadie ni amargarnos por lo mal que le parece a los demás (por ejemplo el tema del sexo).